Testimonio de Carmen Humanes: su evolución desde el Ictus con el método Bobath

Me llamo Carmen Humanes, tengo 62 años y en el 2014 sufrí un Ictus hemorrágico, me tuvieron que intervenir para salvar la vida. Pasé del hospital donde me operaron a un centro especializado, donde me ayudaron a volver a ser persona. Tras el ictus, me quedé sin fuerza… Es impresionante cómo te cambia la vida de un día a otro.

En este centro especializado fue donde terminé la recuperación de la intervención y empecé a hacer rehabilitación. Estuve ingresada 5 meses. Allí te enseñan a entender que, a partir de ese momento, las cosas las tienes que hacer de otra manera; pero no tienes que dejar de hacerlas. Me armé de ánimo, acepté mi situación nueva; di gracias por estar viva y continué adelante.

Luego, vino la situación casa y terapia. Tuve la suerte de conocer a una terapeuta amiga de mi hija que me orientó para dar los pasos adecuados. Por aquel entonces, andaba con un bastón cuadripode y llevaba una férula para pie equino. Como con todo, tienes que ir probando técnicas para encontrar lo que mejor se adapte a ti.

En la actualidad, hago 4 horas semanales de terapia de pierna, brazo y mano + 1.30 hora de equino terapia. Esta última me encanta porque ejercito el equilibrio y hago abdominales mientras estoy en contacto con el animal.

Ando recorridos cortos con bastón o cogida del brazo de alguien y para recorridos largos y transporte público utilizo la silla de ruedas. Estoy trabajando para tener más autonomía. «Poco a poco» se ha convertido en mi lema desde esta situación.

Tuve que dejar de trabajar, pues no me dieron opción. Al final, llegué a la conclusión de que para superar esta situación tenía que planificar mi día a día y dedicar tiempo a hacer cosas como la terapia, que ese y dedicarle tiempo a mi familia iban a pasar a ser mi nuevo trabajo.

Os quiero contar desde mi experiencia personal cómo he mejorado con las terapias: evidentemente, en los hospitales públicos mezclan recuperaciones como la mía con lesiones por caídas, accidentes, etc. En mi caso, se trataba de algo neurológico, por lo que no me servía cualquier cosa. El seguimiento de mi salud, me lo llevan desde la seguridad social, y la terapia la hago de manera privada en un centro especializado en temas neurológicos.

He pasado por diferentes lugares y de todos he ido aprendiendo, considero que he tenido bastante suerte con todos los profesionales que me han atendido.

Me gusta estar al día de los avances para probar, y en un centro me ofrecieron participar como paciente en una formación llamada Bobath. Me encantó lo que viví. Estuve bastante tiempo yendo a una terapeuta que empleaba esa técnica y me fue muy bien. Con Bobath he aprendido a conocer mejor mi cuerpo y las carencias que tengo en algunas zonas.

Al final, es muy importante dar con un profesional que valore y sepa qué técnica utilizar con cada paciente.

Finalmente, tuve que dejar Bobath porque estaba lejos de mi casa. Sin embargo, sigo practicando todo lo que aprendí en terapia. Sacar tiempo para hacer las cosas que te gustan, para tu familia, amigos y para ser feliz, también es muy importante para mejorar.

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