Hoy volvemos a hablaros de la técnica del mindfulness para explicaros todos los beneficios que puede aportar esta práctica para nuestra salud física y mental. Para ello, entrevistamos a Cecilia Blasco Clemente, neuropsicóloga y psicóloga clínica de la Clínica NYR.
1. ¿El mindfulness tiene un impacto significativo sobre la calidad de vida de las personas con problemas de ansiedad? ¿Por qué?
Sin duda lo tiene y esto sucede porque la persona toma una importante decisión, la de tomar las riendas de su vida y volverse consciente de su propia existencia.
Esta decisión suele tomarse desde un lugar de sufrimiento. El sufrimiento parece que nos impulse a querer vivir desde otro lugar más creativo.
El impacto en la calidad de vida lo he podido comprobar en mi misma y en las personas a las que he acompañado durante los cinco años que llevo aplicando esta herramienta.
Pero sin duda, también, requiere compromiso con una práctica diaria o al menos frecuente. El mindfulness se convierte con el tiempo de práctica en un estilo de vida.
La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por experimentar variados síntomas físicos, emocionales y psicológicos como preocupación, miedo, irritabilidad, inquietud, inhibición o bloqueos, alteraciones en la respiración o palpitaciones, entre otros.
La práctica de mindfulness nos permite aprender a entrenar la mente para reducir esta ansiedad. Aprendemos a convivir con todo el ruido que generan los pensamientos. Aprendemos a ir podando aquellos pensamientos poco saludables. Entrenamos la mente, aprendemos a calmarla y descubrir ese espacio interior de silencio, presencia, lucidez y serenidad. Ese espacio donde puedes permitirte descansar y acogerte, donde puedes sostenerte sobre todo cuando sufres.
También vivenciamos y desarrollamos con la práctica otras cualidades del ser humano, que considero son imprescindibles para vivir con plenitud, la compasión y la gratitud.
Compasión es acompañarnos a nosotros mismos, o a otras personas, cuando estamos sufriendo, y acompañarnos en el dolor físico o emocional, con comprensión, con cariño y amabilidad.
Y la gratitud, bueno, que decir de la gratitud. Tu vida cambia por completo cuando cada día simplemente te levantas agradeciendo la vida, lo que tienes, lo que eres, agradeciendo a las personas con las que compartes y las pequeñas cosas. Tu estado cambia cada vez que dices gracias desde el corazón. Y si la única oración que dijeras en tu vida fuera gracias, sería suficiente.
Estas actitudes vitales te permiten dar un nuevo enfoque a tu vida mucho más creativo.
2. Además de mejorar la ansiedad, ¿qué otros efectos positivos a nivel neurológico ofrecen esta técnica?
La práctica de mindfulness evidencia beneficios importantes a nivel neurológico y sobre el sistema nervioso.
– Aumenta nuestra capacidad de concentración y atención, y permite focalizarla en el presente, atendiendo lo que requiere ser atendido. Permite que la cognición sea más eficiente y eficaz. Cuando la cognición se vuelve más eficiente el sistema nervioso se relaja y se reorganiza.
– Produce un cambio en los patrones de ondas cerebrales con los que funcionamos habitualmente. Aparecen ondas más suaves como las alfa y las theta, que caracterizan los estados cognitivos ausentes de ansiedad y estrés. El cerebro se encuentra en una mayor sincronía.
– Aumenta la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona importante para el aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la autoconciencia, la compasión y la introspección.
– Disminuye la densidad de materia gris en la amígdala, relacionado con una disminución del estrés.
– Potencia el sistema inmunológico protegiéndonos frente a bacterias, virus y tumores.
Las personas con enfermedades neurológicas también pueden beneficiarse de esta práctica ya que mejora su cognición, su sistema nervioso, su salud en general y su capacidad de aceptación de la enfermedad. He aplicado la herramienta del mindfulness con grupos de personas con daño cerebral adquirido observando beneficios significativos.