Parálisis facial: causas, síntomas y tratamientos efectivos

Cuando hablamos de parálisis facial, nos referimos a cuando una persona siente que su cara o parte de ella no se mueve como debería. La parálisis facial suele venir acompañada de una alteración de la sensibilidad. La sintomatología depende de varios factores, como el tipo de parálisis, su evolución…

En este artículo, nos vamos a centrar en dos de las más frecuentes: Parálisis de Bell y Parálisis de Ramsay-Hunt, ambas de origen periférico.

1. Parálisis de Bell

La parálisis de Bell es la parálisis facial más frecuente. La afectación habitualmente es de media cara.

Síntomas:

  • Caída del párpado y la comisura de la boca
  • Babeo o sequedad de la boca
  • Lagrimeo excesivo como consecuencia de la debilidad y parálisis de los músculos de la cara
  • En algunos casos, dolor en la zona del oído
  • Sensación de pesadez en la cara y/o entumecimiento

Causas:

Se presenta de manera repentina debido a una infección o inflamación del nervio facial. Entre otras causas podemos destacar la infección por el virus del herpes simple, Herpes Zooster, Covid, paperas, mononucleosis. El nervio se afecta al inflamarse ya que ocupa más espacio y queda comprimido por los conductos que atraviesa del cráneo de manera que empieza a no poder hacer correctamente su función. 

Evolución:

1. Primeros síntomas

El primer síntoma que se observa puede ser un dolor detrás de la oreja y pasadas unas horas llega normalmente la debilidad en los músculos. Dicha debilidad es más intensa las primeras 48-72 horas quedando la cara inexpresiva o menos de lo habitual. Cuesta por ejemplo arrugar la frente, parpadear, sonreír, hacer muecas… 

El nervio facial, 7º par craneal, es el encargado de mover los músculos faciales, estimular las glándulas lagrimales y salivales. Además, participa en la detección de sabores de gran parte de la lengua. 

2. De 2 semanas a 6 meses

La evolución suele ser favorable a partir de las 2 semanas. Normalmente con tratamiento a los 3-6 meses la persona se ha recuperado completamente.

En los casos en que la parálisis es completa la recuperación puede no ser total. Según el grado de afectación, la musculatura puede apreciarse “colgante” por esa debilidad que persiste en parte de la musculatura. 

Mencionar que, en algunos casos, las conexiones que se van restableciendo del nervio son anómalas. Por ejemplo, pueden llegar a activarse dos músculos que no deberían activarse simultáneamente, como sería el caso de los músculos encargados de secretar saliva y lágrimas. Hay también algunos casos en los que se mantiene en el tiempo la tirantez muscular ya que, debido al desuso, la musculatura se llega a contracturar.

Tratamiento:

El tratamiento consiste por un lado en farmacología y en fisioterapia por otro. En algunos casos puede ser necesaria también la atención logopédica.

Así pues, los profesionales que abordan la parálisis de Bell serían: neurólogo, otorrinolaringólogo, ofltalmólogo, fisioterapeuta y logopeda. 

Riesgos:

Podemos decir que la parálisis facial de Bell es más frecuente en:

  • Personas diabéticas
  • Alguien que esté resfriado
  • Embarazadas. 

2. Parálisis de Ramsay-Hunt

Por otro lado, destacamos la parálisis de Ramsay-Hunt. La afectación es media cara, debilidad muscular y pérdida o alteración de la sensibilidad.

Síntomas:

  • Ampollitas y erupciones cutáneas en la zona del oído, en algunos casos, también en la lengua. Puede sufrir pérdida de audición y un dolor muy molesto.
  • A veces, sequedad ocular, bucal y alteración en el gusto.
  • Si hay afectación del nervio vestíbulo-coclear, 8º par craneal, incluiríamos en los síntomas la sensación inestable al girar o moverse, el conocido vértigo, náuseas y zumbidos en los oídos (tinnitus). 

Causas:

La causa de esta parálisis es vírica, se produce tras reactivarse el virus de la varicela y herpes zóster llegando este al oído interno. Al infectarse el oído interno se propaga a nervios cercanos como el facial o el acústico o vestíbulo-coclear. 

Evolución:

En este caso, la recuperación no es tan rápida como en la parálisis de Bell pero, si se trata cuanto antes, la recuperación suele ser mayor. A pesar de que el pronóstico es algo peor que la parálisis de Bell, se ha estudiado que con el tratamiento apropiado todo paciente puede controlar más la sintomatología. Desgraciadamente, en algunos casos no hay apenas recuperación o, tras tiempo de tratamiento, quedan todavía secuelas que interfieren al paciente.

El proceso de recuperación tras una parálisis de Ramsay-Hunt se extiende a un año en la mayoría de casos ya que conforme se afecta el nervio, necesita tiempo para recuperarse y poder transmitir la información correcta a músculos y otros nervios.

Tratamiento:

El tratamiento completo incluye medicamentos, prescritos según la fase en la que se encuentre el/la paciente, fisioterapia e incluso logopedia.

Los profesionales que deben llevar casos de parálisis de Ramsay-Hunt son: el neurólogo, el otorrinolaringólogo, el oftalmólogo, logopeda y fisioterapeuta.

  • Inicialmente el tratamiento es sobre todo médico para estabilizar la situación y frenar cuanto antes la causa. Aun así, cuanto antes se pueda empezar la fisioterapia mejor es el pronóstico tanto en la parálisis de Bell como la parálisis de Ramsay Hunt.
  • La figura del fisioterapeuta se encarga de estimular la musculatura e ir guiando los movimientos para ir reaprendiéndolos. Es imprescindible ir normalizando las sensaciones, por ello es tan necesario estimular la musculatura. La estimulación aporta mucha información a la persona sobre su musculatura lo cual ayuda mucho a poder ir activándola y haciendo los movimientos. Primero se trabajan movimientos sencillos y conforme se van controlando, se entrenan movimientos más complejos y combinados. Con la práctica, se va readquiriendo el control sobre la musculatura, de ahí la importancia de que la persona sea constante. 

Por poner un ejemplo tenemos la referencia de un estudio con 21 pacientes con diagnóstico de Ramsay Hunt, se observó una recuperación completa del 75% de los pacientes que empezaron el tratamiento a los 3 días. De los pacientes que empezaron con el tratamiento a los 7 días, el 30% tuvo una la recuperación fue completa.

Riesgos:

Como factores de riesgo podemos destacar:

  • Personas con más de 60 años y/o con un sistema inmunológico debilitado.
  • Cualquier persona que anteriormente haya padecido la varicela o herpes Zoster está expuesta a padecer la parálisis de Ramsay-Hunt, ya que una vez desaparece la varicela, el virus se queda en el cuerpo latente hasta que se reactiva, pudiendo afectar entonces a los nervios faciales como ocurre en esta parálisis facial. 

Puede decirse que la parálisis de Ramsay-Hunt no es contagiosa, sin embargo, cuando están las ampollas y las erupciones, manifestaciones del Herpes Zoster, hay que evitar el contacto con personas que no hayan padecido anteriormente la varicela o no estén vacunadas. Tampoco habría que acercarse a embarazadas, bebés y personas con un sistema inmunitario débil. 

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