Ayudas técnicas: más independencia para pacientes de patología neurológica

Las ayudas técnicas son todos aquellos aparatos o equipos que sirven para tener un mayor grado de independencia en las actividades de la vida diaria y proporcionan una mayor calidad de vida.

Existen diferentes tipos de ayudas técnicas: muletas, andador, silla de ruedas… En todas ellas, debemos tener en cuenta una serie de condiciones de seguridad:

  • Que no existan impedimentos al desplazamiento (cables, alfombras…)
  • Mirar siempre hacia adelante mientras se camina
  • Utilizar sillas con reposabrazos para facilitar la sedestación y bipedestación
  • Usar un buen calzado: con suela de goma, sin tacón y cerrados por detrás

A continuación, haremos un repaso las ayudas técnicas más comunes y el correcto uso de cada una de ellas.

1. El bastón:

La primera técnica en la que vamos a profundizar, es el bastón, éste:

  • Permite apoyar parte del peso del cuerpo, lo que da seguridad y facilita que la persona mayor camine de manera más autónoma.
  • Para adaptar la altura del bastón, la empuñadura debería estar a la altura de la cadera y el apoyo por debajo del codo.
  • Debemos revisar el taco de goma con frecuencia para que no se desgaste.

A la hora de caminar, debemos utilizarlo por el lado menos afecto, apoyando la pierna afecta a la vez que el bastón. 

2. Las muletas:

En cuanto a las muletas:

  • La parte que cubre el antebrazo debe estar situada a dos o tres dedos por debajo del codo y la empuñadura situada a la altura de la cadera
  • Los dos pies se irán alternando para andar
  • Hay que apoyar las dos muletas a la misma altura por delante de nosotros

Para caminar con las muletas, primero deben ir las muletas, seguido de la pierna afecta (entre las muletas) y por ultimo la pierna sana por delante de la afecta. 

Subir y bajar escaleras con muletas:

Las recomendaciones para subir y bajar escaleras serían las mismas para el bastón y las muletas. A la hora de subir, primero iría la pierna sana y a continuación la pierna afecta y las muletas/bastón. Para bajar, primero muletas, a continuación, pierna afecta seguida de pierna sana.

3. El andador:

Para utilizar el andador debemos cogerlo con las dos manos y mantener el codo mínimamente flexionado mientras se camina, para ayudar a mejorar la alineación corporal. 

A la hora de caminar adelantamos primero el andador, después la pierna afecta y por ultimo la pierna sana.

Transición silla-andador:

Para levantarnos de forma correcta, debemos colocar el andador delante de la silla y deslizarnos hacia el borde. Antes de intentar levantarnos, apoyaremos las manos en los brazos de la silla y empujaremos hasta incorporarnos y quedarnos de pie, a continuación, cogeremos el andador y esperaremos para ponernos a caminar. Hay que procurar que los pasos sean de la misma longitud.

Transición andador-silla:

Para sentarnos deberemos colocarnos de espaldas a la silla, teniendo el andador delante, con una mano nos apoyaremos en el brazo de la silla y el otro en el andador, pondremos nuestro peso sobre la pierna mas fuerte y nos sentaremos despacio y de forma controlada, luego nos deslizaremos hacia atrás. 

4. La silla de ruedas:

Es muy importante mantener una buena postura en ella para: 

  • Adaptar comodidad
  • Reducir presión en glúteos, muslos y zona cervical y lumbar
  • Optimizar el esfuerzo de forma que se consiga una buena propulsión invirtiendo menos cantidad de energía

Aspectos básicos biomecánicos:

  • Asiento: Lo ideal es que el peso se distribuya en la mayor superficie posible, por lo que es interesante que el asiento no sea ni demasiado ancho (para evitar que se adopten posturas asimétricas) ni demasiado estrecho (para evitar que sienta presión y la posibilidad de aparición de úlceras). Tampoco debe quedar corto (se acumulará presión en los glúteos) ni largo (exceso de tensión en la zona posterior a la rodilla). Por tanto, la longitud óptima sería que, estando la persona erguida, queden dos dedos entre el asiento y la zona posterior de las rodillas. El asiento debe tener base firme y no hundirse. Se aconseja utilizar un cojín.
  • Reposapiés: debe proporcionar un ángulo adecuado en rodillas y tobillos. Desde un punto de vista ergonómico, que esté a 90º sería óptimo. No tiene que ser demasiado bajo (se perderá la posición en las caderas), ni demasiado alto (acumulará demasiada presión en los glúteos).
  • Altura del respaldo: Su principal objetivo es la estabilización del tronco. Dependerá de casa patología y/o persona.
  • Reposabrazos: Se aconseja que los codos queden apoyados a 90ª, para que los hombros estén relajados.

¿Cómo sentarse en una silla de ruedas correctamente?

  • La espalda, especialmente la zona lumbar, debe estar bien apoyada en el respaldo.
  • Las caderas deberán quedar alineadas a la misma altura (podemos utilizar nuestras manos para comprobarlo).
  • Las rodillas quedarán a la misma anchura de las caderas.
  • Pies bien apoyados sobre los reposapiés y alineados con rodillas, caderas y hombros.
  • Hombros relajados, con los reposabrazos a la altura correcta.

*Desde vista lateral podemos ver la cadera, rodillas y pies forman un ángulo de 90º

¿Cómo recolocar a una persona en silla de ruedas?

  1. Le pedimos que se incorpore hacia delante (puede que necesite ayuda para ello).
  2. Colocamos nuestras manos en la cinturilla del pantalón y “a la de tres” le pediremos que lleve el trasero hacia atrás.
  3. Nosotros haremos un pequeño impulso hacia atrás.

Transferencia silla de ruedas-cama:

Para realizar transferencias desde la silla de ruedas a cama deberemos colocar la silla de ruedas justo al lado de la cama, frenada y quitando los reposapiés, dejando las ruedas pequeñas alineadas. Con nuestro familiar sentado al borde de la cama, colocamos nuestras piernas flexionadas mientras bloqueamos las del paciente con nuestra pierna y pie. A continuación, rodeamos su cuerpo con nuestros brazos y lo levantaremos usando nuestro cuerpo como contrapeso y así realizar menos fuerza. Por último, giramos su cuerpo sobre el pie que tenemos fijado y lo sentaremos de nuevo utilizando el contrapeso de nuestro cuerpo.

Realizaremos lo mismo para el paso contrario.

Para evitar lesiones debemos tener en cuenta:

  • Espalda recta. 
  • Flexionar piernas.
  • Separar los pies y colocar uno en la dirección del movimiento.
  • Usar nuestro cuerpo como contrapeso.
  • Se pueden utilizar apoyos.

5. Caminar agarrado:

Existen 3 formas diferentes de ayudar a caminar a nuestro familiar dependiendo de la estabilidad cuando permanezca de pie.

  • Buen grado de estabilidad: nos colocaremos a su lado, (si lleva bastón lo haremos en el lado contrario al del bastón) cogemos con la mano que nos queda más alejada de la persona la suya mas cercana y la otra mano la pasamos por detrás de la espalda, para coger su hombro o cintura. Una vez colocado le pedimos que comience a caminar sin marcar el ritmo, somos su compañía.
  • Poca estabilidad: nos colocamos frente a él poniendo nuestros antebrazos debajo de los suyos para que le sirvan de punto de apoyo y le diremos que agarre nuestros brazos. El apoyo se debe mantener por debajo de su cintura. Aconsejable que apoyemos los codos sobre la zona pélvica para dar mayor estabilidad al agarre. Una vez colocados le diremos que comience a caminar mientras utilizamos los agarres para guiar, controlar y acompañar su paso.
  • Cuando la persona tiene tendencia a caer hacia atrás: nos colocamos detrás de la persona pasando nuestras manos por debajo de sus axilas para agarrarlo y, una vez colocados, le indicamos que comience a andar motivando la marcha con nuestros agarres. No debemos empujarle, le iremos indicando con nuestras manos el inicio del movimiento y le ayudaremos a sentirse seguro.

Por último, debemos recordar que el impulso de andar debe surgir de la persona, nosotros somos su apoyo y debemos adecuarnos a su ritmo, para conseguir una marcha fluida y tranquila.

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