Durante años, el Método Bobath ha sido un enfoque fundamental en la rehabilitación post accidente cerebrovascular (ACV), centrándose en normalizar el tono muscular y facilitar el movimiento a través de técnicas de inhibición y facilitación. Sin embargo, en tiempos recientes, este método ha sido objeto de críticas debido a limitaciones en la evidencia científica y resultados variables en su eficacia. Esto ha impulsado la exploración de nuevas estrategias terapéuticas respaldadas por una base científica más sólida, enfocadas en la plasticidad cerebral y la neurorehabilitación basada en el movimiento funcional.
Enfoque Personalizado y Metodología de Tratamiento
El cambio hacia un enfoque más individualizado ha sido una tendencia notable en la rehabilitación del post-ACV. Reconociendo la diversidad de presentaciones clínicas y necesidades individuales, los terapeutas adoptan un enfoque centrado en el paciente, adaptando el tratamiento según las características específicas de cada persona. Esto implica integrar técnicas de diversas disciplinas terapéuticas para abordar las necesidades únicas de cada paciente. La metodología de tratamiento ha evolucionado para incluir una evaluación exhaustiva de las capacidades físicas, cognitivas y emocionales de la persona, así como de su entorno social y familiar. La terapia multidisciplinaria, donde profesionales de distintas áreas colaboran para proporcionar una atención integral y coordinada, también juega un papel crucial en este enfoque.
Las recientes guías clínicas para el abordaje del paciente con ACV destacan que, en las etapas iniciales del ictus, se observa un proceso de recuperación neurológica espontánea, donde los esfuerzos restaurativos están íntimamente ligados a la recuperación biológica. En el ámbito motor, surgen términos de relevancia que abordan aspectos como el control, la función, el aprendizaje y la adquisición de habilidades. La rehabilitación motora se esfuerza por reducir las deficiencias motoras y mejorar el funcionamiento en actividades a través de mecanismos dependientes del aprendizaje y el uso.
La rehabilitación es necesaria para todas las personas con discapacidad motora residual cuyo objetivo es mejorar su funcionamiento, independencia y participación. Se enfatiza la importancia del movimiento voluntario, aunque se observa una limitada capacidad de control voluntario en etapas posteriores al proceso inicial de aprendizaje en adultos. En las recientes guías de práctica clínica se remarca que aún se están estudiando las interacciones entre los procesos de recuperación natural del cuerpo y el aprendizaje motor en los primeros meses después del ictus.
Fases de Recuperación
La recuperación post- ACV no sigue un patrón uniforme para todos los pacientes. En términos de recuperación, se establecen distintas fases, desde la hiperaguda hasta la crónica. La trayectoria de la recuperación motora y funcional varía entre los pacientes, se ajusta el enfoque terapéutico para adaptarse a las necesidades cambiantes a lo largo del tiempo.
En las primeras etapas, la restitución conductual de la función motora depende de los mecanismos subyacentes de la recuperación neurológica espontánea. En etapas posteriores, se pueden lograr mejoras funcionales adicionales mediante adaptaciones y compensaciones, pasando del cómo al qué tiene que hacer. El término “compensación” abarca la realización de movimientos o tareas con patrones de movimiento atípicos a expensas de la calidad del movimiento, o mediante la realización de tareas con una extremidad completamente diferente. Se cree que la adaptación y la compensación son el resultado de procesos de aprendizaje motor que pueden continuar indefinidamente después del accidente cerebrovascular.
Objetivos Terapéuticos
Los objetivos terapéuticos han evolucionado para reflejar una comprensión más holística de la rehabilitación post- ACV. En lugar de centrarse únicamente en la restauración de la función motora, los terapeutas ahora buscan mejorar la funcionalidad en las actividades de la vida diaria y fomentar la participación en el entorno social y familiar del paciente. El objetivo principal de muchos pacientes es volver a participar en su entorno y en sus roles de vida.
La capacidad y el desempeño son dos constructos utilizados en los dominios de actividad y participación. La capacidad se relaciona con lo que un individuo puede hacer en un entorno estandarizado o en una situación de prueba, mientras que el desempeño se relaciona con lo que una persona realmente hace en su entorno habitual. Los factores ambientales y personales pueden ser barreras o facilitadores del funcionamiento de la persona. Se hace hincapié en la distinción entre capacidad y desempeño, reconociendo que el objetivo terapéutico debe centrarse en mejorar la funcionalidad en las actividades de la vida diaria, más que en la capacidad aislada en entornos controlados como la clínica.
Conclusión
Este post resalta la evolución del enfoque terapéutico desde el Método Bobath hacia métodos más centrados en el paciente, respaldados por evidencia científica actualizada. Al integrar diversas técnicas y enfoques personalizados, la fisioterapia desempeña un papel esencial en la rehabilitación post-ACV.