La migraña es un tipo de dolor de cabeza benigno de características concretas. El diagnóstico de este trastorno es clínico, es decir, se realiza por el tipo de síntomas. Por ello, es fundamental realizar una entrevista clínica con un especialista.
Las migrañas suelen ir acompañadas de unas características que varían según el paciente:
- El dolor suele tener un predominio hemicraneal (de un lado de la cabeza). Otras localizaciones típicas serían la sien, las orbitas o la zona occipital.
- A veces van acompañadas de náuseas o vómitos.
- Puede ser pulsátil.
- Es importante saber que la migraña suele empeorar con la actividad física.
- Estos episodios se suelen acompañar de hipersensibilidad a la luz, ruidos y olores.
- Puede ser episódica, es decir, cursa con episodios de 1 a 3 días, estando el paciente asintomático entre los episodios.
Aunque el diagnóstico sea diferente para cada paciente, sí que hay algunos factores predisponentes:
- El sexo es bastante determinante, ya que la migraña es 3 veces más frecuente en las mujeres que en los hombres.
- Se trata de un trastorno con predisposición hereditaria, es decir, si sufres migrañas es probable que existan antecedentes familiares.
- La edad también influye en la migraña, pues se trata de un trastorno típico de personas jóvenes. Puede comenzar en la infancia o en la adolescencia (con la menarquia) y no es un trastorno común entre los ancianos, ya que suele remitir sobre los 50-55 años.
Aunque el tratamiento en este tipo de trastornos es bastante variable según el paciente, sí que se pueden evitar algunos factores precipitantes que suelen ser comunes para todos los que lo sufren:
- Los cambios hormonales en las mujeres suelen provocar migrañas, ya que es muy frecuente su aparición perimenstrual (2 días antes de la menstruación) o durante la ovulación. Es importante tener en cuenta que los tratamientos con anticonceptivos orales pueden empeorarlas.
- Los cambios en el ritmo del sueño también suelen provocar migrañas, dormir más o menos de lo habitual o, incluso, las siestas, no suelen sentar bien a aquellos que tienen predisposición a dicho trastorno.
- El estrés y, sobretodo, el post estrés, son, junto al sueño, los factores causantes más habituales de la migraña.
- Los cambios climáticos, la presión atmosférica, los días muy soleados o los días secos y ventosos también son factores precipitantes.
- La alimentación no es el factor más importante, aunque muchos pacientes suelen buscarlo como una posible causa. El alcohol es el factor alimentario más comúnmente implicado. Además, no se recomienda prolongar el ayuno ni abusar de excitantes como el chocolate o café, así como tampoco de las comidas hipercalóricas.
Si se sufre migraña lo más importante es consultar a un especialista, ya que, como se ha comentado, tanto el diagnóstico como el tratamiento es bastante variable en dependencia de los síntomas del paciente. Sin embargo, sí que se puede segmentar en 3 pilares fundamentales el tratamiento (de una forma genérica):
- En primer lugar, se trata el control de los factores precipitantes mencionados anteriormente, es decir, se recomienda evitarlos para prevenir apariciones de episodios de la migraña.
- En segundo lugar, se estable un tratamiento de los síntomas, es decir, un tratamiento que se emplee en las fases del dolor para apaciguarlas.
- Finalmente, también se puede optar a un tratamiento preventivo, que se utiliza cunado las migrañas son frecuentes en el paciente, con el objetivo de disminuir el número de las mismas y mejorar la respuesta al tratamiento del dolor.
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