Niños con TDAH: pautas para la convivencia familiar

TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Éste trastorno es de carácter neurobiológico y se origina en la infancia. Se caracteriza por un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad.

Son muchas las consultas que han aumentado acerca de cómo tratar a niños con TDAH desde que empezó la pandemia del COVID-19, ya que, los niños que sufren este trastorno se frustran, explosionan y se alteran con más facilidad, especialmente en situaciones ambiguas, repetitivas, monótonas y poco estimulantes.  El confinamiento, la ausencia de contacto social y actividad física, así como el cambio de rutinas, son puntos clave que desestabilizan el comportamiento y regulación emocional de estos niños.

Por ello, se recomienda a los padres implicarse a la hora de establecer un horario semanal, con el objetivo de crear un ambiente en casa de tranquilidad, orden, motivación y afecto, que incluya tiempo dedicado a:

  • Tareas escolares, siempre seguidas de descansos. Durante las tareas se recomienda evitar estímulos que distraigan a los niños y fraccionar en partes aquellas más largas o complicadas.
  • Ejercicio físico y ocio para liberar tensión y canalizar su energía.
  • Tiempo para “pantallas” (videojuegos, móvil, tableta…), con tiempos estrictamente acotados, siempre después de haber realizado sus obligaciones y nunca antes de dormir para favorecer su relajación.
  • Labores domésticas como recoger su habitación, poner la mesa, tender…
  • Actividades creativas y ocio motivacionales (pintar, manualidades, juegos de mesa…)
  • Momentos en familia (cocinar, jugar, ver una película…)
  • Rutinas diarias como podrían ser: la hora de despertarse, desayunar, comer, cenar, irse a la cama…

A la hora de establecer este calendario semanal, es importante que comuniquemos a los niños que el mismo es revisable, de este modo, al terminar la semana, se puede conversar con los niños para que propongan cambios y se sientan entendidos. Así, no lo verán como una imposición.

El refuerzo positivo es el más recomendable a la hora de educar para que aprendan a partir de la motivación, por ello, es importante recompensar sus logros y esfuerzo, así como evitar premiar cuando se producen conductas inapropiadas. De este modo, favorecemos un ambiente de calma, paciencia, comprensión y cariño en nuestro hogar, con el que los niños se pueden sentir a gusto.

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