Entrevistamos al neurólogo Dr. Lamberto Landete para conocer más de cerca la esclerosis múltiple (EM), enfermedad neurodegenerativa.
1. ¿Qué es la Esclerosis Múltiple y cómo se diagnostica?
La Esclerosis Múltiple –EM- es una enfermedad de causa desconocida hoy día, adquirida y de tipo autoinmune; esto es, debido a un trastorno del sistema inmunitario. Nuestro sistema de “defensas” reacciona de forma anómala frente a moléculas de nuestro propio organismo; en este caso, frente a proteínas de la mielina (cubierta lipídica de los axones de las neuronas del sistema nervioso central y que posibilita una transmisión rápida y adecuada de los impulsos nerviosos), produciendo lesiones inflamatorias localizadas a múltiples niveles del sistema nervioso central.
Cada una de estas lesiones, cuando afecta a áreas “elocuentes”, lleva a la aparición de un síntoma agudo, que es lo que conocemos como “brote”. Estas lesiones tienen tendencia a repetirse a lo largo del tiempo, por ello, los brotes se van sucediendo a lo largo de la vida del paciente. Si estos brotes no se recuperan del todo van dejando una secuela neurológica, que con la sucesión de los brotes se va incrementando, condicionando lo que conocemos como “discapacidad”.
El diagnóstico se fundamenta en la demostración de un fenómeno inflamatorio que afecta al sistema nervioso central, diseminado en el tiempo y en el espacio; es decir, afectando a varias localizaciones del sistema nervioso central y aparecido en distintos momentos de la vida del paciente. Esta diseminación espacial y temporal la podemos demostrar por medio de la exploración clínica (brotes y secuelas neurológicas), por medio de la resonancia magnética (presencia de varias lesiones desmielinizantes en distintos momentos evolutivos) y mediante el estudio del líquido cefalorraquídeo obtenido por punción lumbar.
2. ¿Es una enfermedad hereditaria?
La Esclerosis Múltiple no se considera una enfermedad hereditaria, por lo tanto, no hay indicación de realizar pruebas para descartarla en los familiares de los pacientes con EM, siempre y cuando no haya síntomas sugestivos de ello. Sí es verdad que el riesgo de padecerla es algo más elevado en familiares de primer grado de los pacientes, si lo comparamos con el riesgo en la población general.
3. ¿Cuál es la edad promedio de la EM?
Es una enfermedad que predomina en personas jóvenes y en mujeres. Se estima que hay 3 mujeres por cada varón afectado. Así mismo, se detectan dos picos de incidencia; el más habitual entre los 20 y 30 años y el segundo entre los 40 y los 50 años. Estas cifras son la norma general, aunque se puede diagnosticar la enfermedad en edades infantiles y también en ancianos.
En nuestro entorno, se calcula que existen alrededor de 100 pacientes por cada 100.000 habitantes (esta cifra varía según áreas geográficas), suponiendo la primera causa de discapacidad en población joven de origen no traumática, es decir, si no tenemos en cuenta los accidentes.
4. ¿Cuál es el rol de la alimentación en la EM? ¿Existe una dieta que influya en la evolución de la enfermedad?
Éste es un aspecto muy estudiado y, hasta el momento, no se han encontrado en estudios científicos datos para recomendar un tipo concreto de dieta. Pero sí se ha visto que ciertos hábitos saludables pueden tener un impacto (moderado) en la evolución de la EM. Así, se recomienda no fumar, evitar el sobrepeso y la ingesta excesiva de sal. Del mismo modo, se recomienda mantener unos niveles normales de vitamina D en sangre, bien mediante la exposición solar o suplementándola en los casos necesarios.