Descubre cómo mantener la calma y atravesar el miedo en momentos frágiles
Muchas personas están experimentando miedo estos días. Nuestra vida está llena de momentos extraordinarios y felices y también de momentos aterradores, de crisis y de cambio. Todos ellos se mezclan en este instante mismo en el que trascurre tu vida.
En muchos casos incluso detrás de la aparente alegría se esconde el miedo. El miedo y la ansiedad suelen caminar juntos, cogidos de la mano. El miedo suele estar a la base y la ansiedad suele ser la capa superficial más visible. Miedo y ansiedad se entrelazan, son partes de la misma cosa, el temor a lo que no podemos controlar y a la incertidumbre.
La ansiedad y el miedo son un estado mental en el que reina la inquietud, el desasosiego y la inseguridad. Se sienten físicamente en el cuerpo, en el corazón, el pecho, el estómago, y la piel. Tenemos miedo a la enfermedad, a envejecer, a perder lo que amamos, a la soledad, a quedarnos desprotegidos y al futuro. Tememos al pasado y a que éste se repita, nos da miedo la muerte, que nuestro cuerpo un día deje de funcionar y termine la vida como la conocemos. El miedo te mantiene atrapado en el pasado o inseguro ante el futuro.
Muchas veces ignoramos, o bien negamos el miedo, pero por mucho que nos digamos que no queremos pensar en ello, ni sentirlo, el miedo sigue presente. Los miedos no desaparecen al ser ignorados y negados. Y en estos momentos que estamos viviendo el miedo aflora a cada instante, vivimos una pandemia de miedo, que en ocasiones es más contagiosa que el propio virus.
La única forma de librarnos del miedo, de cada miedo en nuestra vida, es mirarlos de frente y respirarlos en nuestro cuerpo, con coraje y valentía. Permitiendo que el miedo aflore en nuestra conciencia y mirándolo a la cara. Así dejamos de estar a su merced.
La práctica de la atención plena o mindfulness puede ayudarnos a enfrentar nuestros miedos, a estar plenamente presentes y profundizar en nuestro interior para disolver el miedo. Hay miedos que llegan desde lo externo y miedos que surgen desde el interior y si no los observamos atenta y profundamente podemos crear situaciones de peligro innecesarias.
Reconoce tus miedos, ponlos enfrente de ti y respíralos conscientemente, uno a uno.
Toma las riendas de tu vida y aprende a permanecer en calma.
La respiración y la atención son clave en este proceso.
Al otro lado del miedo siempre hay calma y quietud.
Permítete descubrirlos.
Cecilia Blasco Clemente
Psicóloga Clínica y Neuropsicóloga
ceciliablasco@clinicanyr.com