La depresión es un trastorno de las emociones. Podemos detectar su presencia a través de alguno de sus síntomas principales: tristeza, sentimiento de vacío, pérdida de interés, pérdida de placer; sentimientos de culpa, falta de autoestima, alteraciones del sueño o del apetito, sensación de cansancio y fatiga; falta de concentración y dificultades en la memoria, entre otros.
Para poder detectar la depresión, es importante observar cómo te sientes, ser capaz de reconocer en ti al menos 4 de estos síntomas y ver si permanecen durante, al menos, dos semanas. La auto observación es muy importante, pues, al observarte, pones en funcionamiento una de tus inteligencias múltiples: la inteligencia intrapersonal. Ésta, es la capacidad que nos permite conocernos por medio del autoanálisis.
Nuestro consejo, si detectas estos síntomas, es que acudas a un profesional de la salud mental (psicólogo y psiquiatra), para que pueda valorar tu estado emocional y te proponga herramientas para superarlo. El tratamiento farmacológico, así como la psicoterapia, pueden ayudar mucho en este proceso.
En ocasiones, las personas pueden presentar depresión encubierta, y por tanto, los síntomas que presentan no son muy evidentes o visibles. Hay personas que aparentan estar bien delante de los demás y pueden parecer felices y animadas sin estarlo realmente. Te animo a que, sobre todo, seas honesto contigo mismo y pidas ayuda.
Si hace tiempo que te sientes triste y con falta de energía vital, también te animo a que te abras a la posibilidad de tener en cuenta que tienes la capacidad de superar este estado. Es un estado de tu mente con el que puede que te hayas identificado demasiado tiempo y creas que eres así. Date cuenta también que la alegría está en ti, y que, si te das el permiso, puede salir a la superficie y tocar tu realidad.
Cuando estamos tristes miramos al mundo y a nosotros mismos con una mirada triste, esta mirada está distorsionada por la emoción de la tristeza. Cuando cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian, sin que nada en sí mismo haya cambiado, solo tu forma de mirar.
Puedes estar arrastrando en ti heridas abiertas, dolor y pena de situaciones pasadas y ser éstas situaciones las que te bloquean o entristecen. Estas situaciones no las podemos cambiar, pero, sí podemos cambiar la forma en que las vivimos y miramos desde el presente. Este cambio puede resultar muy revelador y liberador para ti. Aprendemos a mirar con ojos nuevos, con una mirada apreciativa y comprensiva a las situaciones, a las personas y a uno mismo.
La situación de confinamiento que hemos vivido y el cambio que ha provocado en nuestro mundo, ha podido generar tristeza ti. Es una emoción natural que surge en momentos de incertidumbre, de miedo y que tiene una función adaptativa. La tristeza nos resulta útil para volvernos conscientes de nuestras pérdidas y de los cambios. Además, nos permite hacer introspección para movilizar nuestra energía hacia la acción más beneficiosa para nosotros.
La tristeza te da la oportunidad de parar, de reflexionar, de mirar adentro, de ser consciente… Para, después, tomar impulso y actuar en una mejor dirección vital para ti y en tu momento presente.
Cecilia Blasco (13/07/2020)
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