El papel del cuidador en la rehabilitación: Síndrome del cuidador quemado.

Cuando una persona sufre un daño cerebral y se vuelve dependiente, su cuidado termina recayendo sobre otras personas.

El «Síndrome del cuidador quemado» es muy común entre las personas que se hacen cargo de los pacientes con daño cerebral. Significa que el grado de dependencia del enfermo es tal que el cuidador vuelca toda su atención en el dependiente, descuidándose a sí mismo. Así, deja de disfrutar de su tiempo libre, abandona su aspecto físico, su vida social, su ocupaciones previas, etc. En un principio, puede entenderse como un sacrificio necesario para bien de todos, sin embargo, con el paso del tiempo y la prolongación indefinida de la situación, aparecen problemas que se deben prevenir.

Aunque la dedicación del cuidador sea realizada con gusto y de forma voluntaria hacia un familiar, los cambios que se han producido en su vida son tan grandes que es inevitable que aparezca el estrés, las tensiones con otras personas, la desesperanza, etc. Todo esto, inevitablemente, repercute en el familiar que ha sufrido daño cerebral y sobre la calidad del cuidado recibido.

Por ello, es de vital importancia que el cuidador también se cuide para mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de él mismo.

¿Cómo debe cuidarse un cuidador?

Para evitar el «Síndrome del cuidador quemado», se aconseja seguir una serie de consejos:

  • Es importante que la tarea de cuidar al paciente se reparta entre varias personas y no recaiga siempre sobre la misma.
  • La recuperación y la rehabilitación en general tiene un evolución larga y lenta, por lo que debemos mantener la calma, tomarlo con tranquilidad y transmitir serenidad a nuestro familiar.
  • Es importante que el cuidador tenga momentos de respiro en los que disfrute de tiempo libre para dedicarlo a actividades de ocio, sociales, ocupaciones anteriores, cuidado de sí mismo… Es necesario que descanse adecuadamente.
  • Puede ser conveniente contar con alguien a quien hablarle de cómo se siente, poder expresar sus emociones, asumir lo que ha pasado, etc.
  • También, es importante, con la ayuda de los profesionales, aprender a cómo tratar al familiar que tiene daño cerebral. Esto nos ayudará a entender las nuevas situaciones que se producen en la convivencia y reducirá los problemas, preocupaciones y fuentes de estrés.

¿Qué actitud debe tener un cuidador?

Según Fedace, estos son los 10 mandamientos que se deben adoptar en cuanto a la actitud que debe tener un cuidador:

  1. Paciencia.
  2. Pedir información.
  3. Insistimos: pedir mucha información.
  4. Exigir nuestros derechos: toda persona que recibe un tratamiento tiene derecho a conocer y a que le expliquen los hallazgos de la valoración, los objetivos, coste y tiempo del tratamiento, el pronóstico y los resultados.
  5. Ser activos y flexibles.
  6. Ser positivos.
  7. Cuidarse para cuidar.
  8. Pedir ayuda y apoyo.
  9. SEGUIR SIENDO FAMILIA.
  10. Ser realistas.

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