Aprender a vivir con plenitud se vuelve un asunto urgente cuando te das cuenta de que lo único que haces es sobrevivir. Te invitamos a compartir estos encuentros vivenciales que llamo “El Arte de Vivir”.
Los encuentros “El Arte de Vivir” te invitan a compartir contigo mismo y con otros seres humanos, a mirar la vida desde el presente y con consciencia, a ver potencial, a conocerte y descubrirte, a salir de tu zona de confort.
La idea de crear estos encuentros y compartirlos con otras personas fue tomando forma en mi interior desde que inicié mi actividad profesional en la Clínica NYR. He tenido la oportunidad y el regalo de poder acompañar a muchas personas en su camino de vida y despertar, en sus crisis y procesos de transformación, transitando miedos, ansiedades, tristeza, ira, enfermedad, duelos, pérdidas y situaciones familiares y laborales complejas.
Me vuelvo consciente de haberme dado permiso para dejarme impactar y transformar por las personas a las que he acompañado y acompaño. Practico cada día el despojarme de mis juicios acerca de ellas y de sus formas de vivir, para poder ver más allá, «Verlas» y «Verme», con mayor lucidez y claridad.
Todos estamos en el mismo camino, el de aprender el arte de vivir con plenitud. En el proceso de acompañar, te vuelves muy presente en el otro, para poder captar su esencia y belleza, además de aquello que se encuentra roto por dentro, estéril y caduco. Es un proceso que invita a cultivar presencia y a abrirte con sensibilidad, humildad, humanidad, humor y amor al otro.
El ego lo vamos dejando de lado, se va disolviendo en el proceso, deja de tener tanto poder y protagoismo.
Toman pleno sentido en este proceso de acompañar las frases: «Amar lo que haces» y «Hacer lo que amas», como actitud de vida.
Alguien dijo una frase sabia, que me acompaña y guía cada día cuando acompaño a otros: «Cuando cambias la forma en que miras las cosas y a las personas, las cosas y las personas que miras cambian». No es posible cambiar al otro, lo que sí es posible es cambiar la forma en que lo miras.
El auténtico poder de transformación está en tu percepción, en tu mirada. Y, necesariamente, va precedido de la «Aceptación». Si te abres a aceptar la vida como es y como viene, entonces te abres con fuerza al cambio y a la auténtica transformación.
Es entonces cuando eres tocado por la vida.